Nos encontramos finalizando casi el invierno, a nivel teórico porque la práctica dice algo totalmente diferente, las temperaturas son más propias de la primavera y no vemos caer ni una gota. Las previsiones, parece que quiere augurar una semana santa lluviosa pero lo que está claro es que, mientras las borrascas entren por el noroeste de la península, en nuestra zona no llegarán más que las cuatro gotas que no mojan ni el suelo.
Por otro lado, como se ha podido ver en las numerosas reivindicaciones de los agricultores, el sector agrario está pasando por una situación crítica, lo que comportará un cambio en el sistema agrario tal y como lo conocemos hoy en día. Encontrarnos en estas fechas y que los árboles todavía tengan fruta condiciona la cosecha de la próxima campaña, sobre todo en variedades tempranas, debido que consume las reservas del árbol, principalmente de madera, reduciendo la producción de la próxima campaña. Esperemos que esto solo sea un bache y en la próxima campaña estemos hablando desde un punto de vista totalmente diferente.
Mientras tanto a pie de campo…
La poda de limón fino sigue su curso, intentamos que a finales de marzo la demos por finalizada.
El departamento técnico pronto empezará a controlar, mediante observación directa, la polilla de las flores ‘Prays citri’, plaga que puede afectar considerablemente la producción si no se actúa a tiempo, sobre todo en variedades como eureka y verna, por ello es tan importante hacer un seguimiento tanto visual como en las condiciones meteorológicas para adelantarnos al problema.
El equipo técnico acudió la semana pasada a una conferencia sobre la problemática generada por las nuevas especies de Trips en el cultivo del limonero, en ella, numerosos ponentes hablaron sobre su identificación y las herramientas disponibles para reducir, en la medida de lo posible, la incidencia de estas nuevas especies.