¡Colaboración!

Ya estamos en primavera y a pesar de las lluvias de estos meses en el campo no hemos parado. Este mes de marzo y abril están siendo un tanto diferentes con respecto a otros años, batiendo récord de precipitación con acumulados que superan los 300 l/m2. Este hecho ha dado como resultado que la floración esté yendo un poco atrasada en relación con años anteriores, pero es bueno resaltar que nos está favoreciendo por la poca incidencia de una de las plagas más importantes para la fecha, la polilla del limonero (Prays citri), gran enemigo nuestro, además de ralentizar la aparición de otras muchas plagas.

Es cierto que hemos batido récords de acumulados de precipitación en estas semanas, pero una vez más apostar por la sostenibilidad y el fomento de la fauna y flora auxiliar no debería ser una opción ya que hemos podido comprobar que la cubierta vegetal espontánea  ha permitido que el agua infiltre, evitando así la retención de agua en el suelo y nitratos, además de la escorrentía y, por tanto, la pérdida de suelo. Como se puede ver una vez más, la cubierta vegetal entre otras medidas no solamente favorece a lo visible, como son la aparición de enemigos naturales y polinizadores, sino que va más allá, aportando beneficios, antes, inimaginables.

Mientras tanto… a pie de campo….

Debido a las cuantiosas lluvias del pasado mes de marzo y abril, como hemos comentado, nuestra cubierta vegetal espontánea está en pleno apogeo por lo que las labores mecánicas de desbroce están siendo un no parar.

Como todos los años, continuamos con el programa de sueltas según las necesidades que requiera nuestro cultivo.

La recolección del limón variedad verna está a punto de comenzar.

Y también en la investigación…

Una vez más, en nuestro afán de apostar por la investigación y el conocimiento colaboramos en el proyecto europeo: IRRIWELL. Uso de un nuevo método basado en la planta para estimar las necesidades de riego de las plantaciones de frutales para un manejo óptimo del agua. La combinación de sensores de planta, observación por teledetección y modelos mecanísticos, tienen por objetivo usar la conductancia estomática como el mejor indicador del estado del agua y el nivel de estrés en la planta.

 

Miembros del proyecto, gerente y técnicos de la explotación.